Desde mediados del siglo XX, los principales avances en el bienestar humano se deben en su mayoría a los medios que hemos encontrado de aprovechar mejor lo que la Tierra nos ofrece. Con los alimentos que consumimos, la madera que talamos y el agua que extraemos, la humanidad utiliza hoy entre el 30% y 50% de lo que produce el ecosistema global.


Pero no estamos más alejados de nuestro entorno de lo que pueda estarlo un sapo, un pingüino o una palmera. Los seres humanos formamos parte de la naturaleza y nos hemos convertido en actores relevantes de casi todos los ecosistemas terrestres. Y como las otras especies del planeta, dependemos de unos ecosistemas saludables para nuestra supervivencia.


Lo que obtenemos de la naturaleza va mucho más allá del oxigeno que producen las plantas o el pescado que extraemos del mar. La naturaleza nos reporta beneficios tales como el agua limpia, así como nuevas medicinas y oportunidades para el ocio. Además unos ecosistemas sanos contribuyen a regular el clima, desde los bosques lluviosos tropicales, que influyen sobre el régimen de las precipitaciones regionales, hasta los espacios verdes urbanos, que refrescan las temperaturas de las ciudades, pasando por los ecosistemas marinos como el nuestro, que limpian de la atmosfera el dióxido de carbono.


Los beneficios que nos brindan los ecosistemas no son la única razón para conservar los espacios naturales, pero reconocer todo lo que obtenemos de la naturaleza ya es un primer paso importante. El siguiente, la conservación, no es ni fácil ni económico. Pero si queremos alimentarnos, vestirnos y cuidarnos en el futuro, dar ese paso es esencial.
Una mayor sensibilización respecto a nuestra dependencia de la naturaleza podría poner freno a la destrucción de los ecosistemas de la Tierra.


Toda la humanidad depende de la naturaleza y de los servicios de los ecosistemas para poder disfrutar de una vida digna, saludable y segura. Cuidemos nuestro planeta aportando cada uno nuestro granito de arena, entre todos podremos salir adelante, solo falta el compromiso y el respeto por la naturaleza y el prójimo esenciales para poder sobrevivir.




¨ UNA SOCIEDAD SE DEFINE NO SÓLO POR LO QUE CREA, SINO POR LO QUE SE NIEGA A DESTRUIR ¨


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